Ahora
Algo somnoliento aun, sentado y en
vaivén por la turbulencia onírica que, evidentemente no deseaba
abandonar, se perdió en aquel horizonte sosegado.
Su mente mecida en el alivio del
silencio, lo llevaba a recorrer la temprana brisa del verano.
Que no acabe, pensó, que no acabe... pensó.
Pensó en la reciente noche, recordó
el último sentir... pensó
que a veces la intensidad de los sentimientos desbordan el alma
y la desgarran; que el cuerpo, sin importar cuan entrenado se
encuentre en dicho oficio, jamás podrá con tal exceso.
Temió perder aquella sensación...
Es solo ahora, pensó... y fue lo único
que le importó.
Se dejó deslizar por la afable brisa
para no volver a pensar
en la pérdida de aquel goce y trato de imitarse en
cada momento
feliz de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario